jueves, 3 de marzo de 2011

De la pesadilla del examen de historia

El sábado en la mañana no podía despertar, René se dedicó a hacerme cosquillas en el cuello y en la nariz. No despertaba.

Dentro de mi sueño estaba molestandome con él porque no me dejaba terminar mi examen de historia, era inentendible y lo peor de todo es que era de la clase de la maestra Padierna, quien me orilló a hacer un mega acordeón en hojas de acetato (y terminé vendiendo las copias jeje).

No solo eso, sino que también debía terminar de ensayar mi papel de La Muerte en la obra de teatro de Macario, que debíamos presentar en la noche de ese mismo día.

Definitivamente una de mis peores pesadillas, no supera la recurrente de los sicarios en el pueblo en el que iba a cubrir un fotoreportaje, pero si muy angustiante; cuando logré despertar René ya se había dado por vencido y estaba jugando un rpg en la computadora.

Odio esas pesadillas...